Diversidad, Equidad e Inclusión 

Estamos inmersos en una sociedad líquida, cambiante de extremo a extremo, en que sus integrantes, sus ciudadan@s, están siendo convocados a construir un nuevo pacto de convivencia como país.

Aún antes de esta reacción popular ante tanto abuso cotidiano sufrido por las familias, el panorama se configuraba difuso en cuanto a expectativas ciertas de realización personal; pero a la vez este escenario se presentaba novedoso y desafiante, pleno de alternativas ajenas al camino lógico de seguir una carrera universitaria, hasta hace poco garantía segura de un buen porvenir. Ya no lo es. Hoy estamos inmersos en una sociedad líquida, una sociedad que requiere ser renovada desde sus cimientos. Y como sea, a ustedes les corresponderá participar activamente en la generación y construcción de un nuevo país, uno más solidario y horizontal, un país respetuoso de nuestros adultos mayores y de quienes se encuentran más desfavorecidos económicamente, un país que castigue la concentración de la riqueza y la discriminación de todo tipo. Esta responsabilidad la asumirán desde cada espacio que vayan ocupando a partir de hoy en esta sociedad líquida. Tendrán obligaciones que a l@s estudiantes que los antecedieron no les correspondió asumir, porque aún nos encontrábamos atontados por la sociedad de ultra mercado, del hedonismo y del individualismo acérrimo.

Esta necesidad de ajustarse a los cambios nos llega a todos en la Academia Nahvel. A los apoderados que continúan con nosotros les tocará pronunciarse sobre el tipo de educación que desean para sus hijas e hijos, si desean gratuidad y esquema público o si entienden y aceptan la necesidad de invertir en los servicios adicionales al currículo que ofrece Nahvel. 

A los docentes, que habrán de desempeñarse en esquemas de aulas virtuales o con realidades aumentadas, en las que su rol formador ya no estará representado como la única fuente de conocimiento para los alumnos, sino más bien como un articulador del conocimiento disponible en los smartphones. 

A la Academia en general, que tendrá la difícil misión de detectar a la más temprana edad posible, las destrezas y habilidades naturales de alumnas y alumnos, que permitan una progresiva enseñanza focalizada y especializada hacia competencias más cercanas a la satisfacción y felicidad de nuestros estudiantes.

En estas condiciones, ¿Qué se puede esperar?, ¿o es que la idea de este relato es solamente generar más incertidumbre y desasosiego que los que debemos enfrentar todos los días, mientras dure esta necesaria crisis? El estudiantado ha tenido a disposición múltiples alternativas a las carreras tradicionales de la educación superior. Nuestro futuro demanda mucho conocimiento en diversos campos que hasta hace poco tiempo no tenían mayor incidencia en nuestro devenir como sociedad. La tecnología copa prácticamente todos los campos de realización profesional, y ustedes ya cuentan con una potentísima herramienta para insertarse como adult@s plen@s en desempeños innovadores, en Paine, en Chile, o en cualquier lugar del mundo: el inglés certificado. Vuestro camino ya no consiste en ingresar a un túnel, cumplir con las exigencias académicas de la educación superior, esperar que pasen los años y obtener el justo reconocimiento al esfuerzo realizado mediante un título profesional. Carreras como Arquitectura, Psicología, Derecho, Ingeniería Comercial, no aseguran un futuro tranquilo, menos aún una rápida inserción a la vida laboral. Hoy cada uno de ustedes estará en condiciones de construir sus propias especializaciones, demostrar sus habilidades y destrezas, y a la vez podrán conciliar esos desempeños con sus realizaciones “profesionales” o de nuevos oficios, y personales, sin tanta búsqueda frenética por alcanzar el bienestar económico, pero sí con mayor reflexión para adoptar decisiones correctas entre tanta variedad de opciones para ser felices.

Se integrarán a organizaciones menos verticales y autoritarias, y más transversales y colaborativas, basadas en la empatía hacia la diferencia y el respeto a la diversidad.

Sobre esto, valga destacar que en países desarrollados ya existen universidades que permiten en pocos años, 2 o 3, obtener una ACREDITACIÓN PROFESIONAL que habilita a los estudiantes para ejercer como programadores de última generación, especialistas en tecnologías aplicadas, integradores de disciplinas humanistas y científicas. Es decir, ustedes estudiantes de la Academia, tienen la posibilidad de acceder en el extranjero a la construcción de su propia especialización, desechando la oferta rígida de las carreras tradicionales, bajo la fórmula “es esto o nada”. Obviamente que por esta alternativa optarán aquellos que decidan vincularse desde ya con el medio laboral, quienes detectarán en lo cotidiano qué tipo de conocimiento es el que necesita la sociedad global de nuestros tiempos. El mundo es el límite.

En suma, les dejo un mensaje esperanzador porque el futuro está, más que nunca, en vuestras manos. Cada uno de ustedes está en condiciones de tomar pleno control de su existencia y adoptando las decisiones correctas, con el apoyo e sus familias, de alcanzar lo que en definitiva es lo más importante para tod@s nosotr@s mientras vivamos en este mundo: la felicidad desde la realización personal. Y si pueden colaborar a construir un mejor país, mucho mejor.

La Academia Nahvel hace lo suyo. Ahora les toca a ustedes.

Mucho éxito y con fe, sin detenerse, hacia adelante.

RICARDO RETAMAL

Corporación Educativa Grasp.